De hecho, las grúas han existido desde la antigüedad, ya en Grecia, Roma e incluso el antiguo Egipto, se utilizaban mecanismos que facilitasen el trabajo físico que comporta trasladar o mover piezas de gran peso. De hecho, los primeros vestigios del uso de grúas aparecen en Grecia alrededor del S. VI, en las marcas encontradas en los bloques de piedras de algunos templos.
Los romanos, fueron los primeros en utilizar diversos tipos de grúas para ayudar a las labores de construcción, evolucionando el modelo griego. Así, podemos ver que las grúas forman parte de nuestro día a día y sin ellas muchas de las tareas que estamos acostumbrados a desarrollar de manera fácil y sencilla, no podrían realizarse.
Con la aparición de la revolución industrial, las grúas empezaron a evolucionar a pasos
agigantados hasta descubrir los múltiples modelos que podemos encontrar hoy en día en
el mercado y que se adaptan a las diferentes necesidades del mercado.