La introducción del
polipasto en la industria, que fue creado a principios de la década de 1930, fue todo un alivio para los trabajadores que, día tras día, tenían que dejarse la piel transportando cargas y materiales de construcción muy pesados con otro tipo de mecanismos.
Su rápida expansión y las mejoras que ha habido durante los últimos años gracias a la incorporación de la tecnología, han permitido que toda industria que cuente con esta maquinaria multiplique su producción y reduzca, de forma significativa, los accidentes internos.
Un polipasto puede ser de diferentes tipos, tal y como os explicamos en
este apartado. Básicamente, su función es la de elevar, mediante dos o más poleas y una cuerda, cable o cadena, una carga que se va desplazando de forma fácil, rápida y eficaz hasta su lugar de destino.