- Las poleas. Pese a su simplicidad, se trata de elementos de vital importancia en el mecanismo. Sirven para transmitir la fuerza en el izaje de la carga, por lo que, dependiendo del rendimiento que ofrezcan, nos proporcionarán una mayor o menor eficiencia.
- La cuerda. Según el roce que ejerza sobre los la estructura, o incluso entre sí misma, puede reducirse en gran medida el valor de la velocidad mecánica teórica.
- Los nudos. En tensión, los nudos de la cuerda absorben parte de la fuerza que se transmite, por lo que deben tenerse en cuenta a la hora de calcular.
Además de todo ello, el peso de todo el conjunto de componentes que integran el sistema resulta clave a la hora de establecer el cálculo. Según la ventaja mecánica que exista entre nuestro mecanismo y la resistencia de carga, hablamos de polipastos 1:1, o ventaja mecánica nula; 3:1 , o esfuerzo 3 veces inferior; 4:1, o esfuerzo 4 veces inferior; 6:1, etc.